jueves, 16 de octubre de 2014

Los cuentos no son (siempre) para niños.


Érase una vez, en un reino más allá del mar, una joven princesa que adoraba volar.
Érase una vez, en una tierra ignota, un ser de luz y fuego que odiaba a las personas.
Érase una vez una guerra terrible.
Érase una vez, no cerca de aquí, pero, no por ello debe hacerte feliz.

La pequeña Lys huir anhelaba, pero el miedo a Nere no le dejaba.
Nere, por su parte, tan solo quería, darle al reino de Viel lo que merecía.
Volando por el cielo, como cometas chocaron.
Luz, aire y fuego, todo estallaba.

Un día tras otro, la guerra seguía, hasta que al final llegó la alegría.
Lys y Nere no lo sabían, pero, por su causa, la paz llegaría.
De aquel choque fortuito surgió la belleza.
Y, una vez conocida, venció a la violencia.

Miembros de ambos bandos descubrieron al fin que no hay mayor mal en el otro que lo que pueda haber en ti.