sábado, 3 de diciembre de 2016

Las calles de Arena. Paco Roca

Título: Las calles de arena
Autor: Paco Roca


A veces la vida es muy rara y da muchas vueltas. Como pasa en los sueños. ¿Alguna vez habéis soñado que vais por las calles, buscando la forma de volver a vuestra casa y no lo conseguís? Y dais vueltas y más vueltas, aunque en realidad no hay ninguna barrera física que os impida seguir vuestro camino, resulta imposible salir.

Esta es, a grandes rasgos, la sinopsis de Las calles de arena, un cómic escrito por el autor español Paco Roca. Conocido por poner de moda el término "novela gráfica" en España (o al menos, ser uno de los responsables), gracias a su obras como Arrugas que tuvo su adaptación al cine, o Los surcos del Azar, que cuenta la historia real de los españoles republicanos de la Nueve en la Francia de la Segunda Guerra Mundial, Roca tiene también varios cómics menos realistas.

Las calles de arena cuenta la historia de un chico que se pierde (el propio autor reconoce que se inspiró en una experiencia propia en las calles de Valencia) y acaba en un edificio de lo más particular, habitado por inquilinos aún más peculiares. Los literatos más atentos tal vez capten varias referencias a clásicos como García Márquez o Edgar Allan Poe.


En cuanto al dibujo, destacan los elementos arquitectónicos del barrio, ligeramente surrealistas, y las últimas páginas sin dudarlo son las más llamativas... pero no quisiera desvelaros el final, así que tendréis que leerlo para descubrir el por qué.

 A pesar de  los tintes oníricos, las ideas que transmite son de lo más reales y es fácil identificarse con los personajes. El resultado es un cómic bastante poético que nos refleja bastante bien como seres absurdos que a veces somos. Una historia sobre como a veces nos perdemos, nos quedamos quietos,  y somos incapaces de continuar.

Las calles de arena fue el segundo cómic de Paco Roca que me leí (lo tengo firmado por el propio autor) sin contar con las viñetas de Las memorias de un Hombre en Pijama publicadas en el País Semanal. El siguiente título fue El juego lúgubre... que también trata el Surrealismo, pero desde un enfoque totalmente diferente y mucho más aterrador. En otra ocasión, espero, os hablaré de él.

 Hasta entonces... ¡A seguir leyendo!

Dos chicos besándose

¡Corre! ¡Mira esto! Son dos chicos besándose.

Título: Dos chicos besándose
Título original: Two Boys Kissing
Autor: David Levithan

Craig y Harry tienen diecisiete años, un pasado en común y un objetivo actual: batir el récord del beso más largo de la historia. Y, de paso, demostrar que dos chicos besándose es algo completamente normal.

«Ese es el poder de un beso:
no puede matarte, pero sí devolverte a la vida».

Hace mil que no subo nada, sí, lo sé, y, de hecho, ayer estaba decidida a cerrar el blog definitivamente. Pero hoy ha pasado algo que me ha hecho cambiar de idea completamente: "Dos chicos besándose".

Este libro más por casualidad no podría haber llegado hasta mí. Lo gané en un sorteo en el que participé solo porque no me costaba nada y, oye, un libro gratis es un libro gratis (en realidad había leído buenas opiniones; si no, ni me hubiese molestado en participar). El caso es que no esperaba mucho de esta historia.

¿Qué pensaba yo de este libro? Pues, sinceramente, que iba a ser una novela romántica para adolescentes en la que los protagonistas eran gays y que esto es lo único que importaba de ellos.

En cambio, he encontrado una novela en la que se unen un montón de historias pasadas, presentes e, incluso, futuras. Es una novela reivindicativa, sí, pero, principalmente, es un canto a la esperanza, al perdón y a la comprensión.

El punto alrededor de lo que gira todo es el intento de Craig y Harry de batir el récord del beso más largo del mundo, pero eso no es lo importante. Lo importante son los personajes, sus vivencias y sentimientos.

Por otro lado, se basa en contraponer dos generaciones de hombres gays, como bien dice el propio David Levithan en la nota que acompaña a los agradecimientos.

La narración está estructurada en párrafos, con claras separaciones en determinados puntos, pero que no llegan a ser capítulos y esto, junto con el hecho del narrador tan curioso que tenemos, la manera tan directa en la que se expresa todo y que el ritmo es bastante rápido ha hecho que coja el libro y no lo haya soltado hasta que ha acabado. Acto seguido, me he puesto a escribir esto.

Y puede ser un tanto extraño por mi parte pedir esto, porque yo no lo hice, pero, por favor, dadle una oportunidad a este libro; os prometo que la merece.